DreamWorks apuesta por lo original con ‘Forgotten Island’, una película inspirada en Filipinas
DreamWorks Animation ha anunciado el desarrollo de una nueva película original titulada Forgotten Island, cuyo estreno mundial está previsto para el 25 de septiembre de 2026 bajo la distribución de Universal Pictures.
Este proyecto representa una rareza dentro del catálogo de DreamWorks, ya que el estudio se ha caracterizado en los últimos años por centrarse en franquicias establecidas, propiedades intelectuales preexistentes o adaptaciones de obras literarias. En los últimos quince años, apenas han lanzado una única cinta completamente original: Ruby Gillman, Teenage Kraken, una propuesta con buena recepción crítica que, sin embargo, no logró destacar en taquilla, recaudando solo 46 millones de dólares a nivel global.
Aunque los detalles específicos sobre la trama se mantienen en secreto, se sabe que Forgotten Island será una comedia de aventuras con tintes festivos que transportará a sus protagonistas a una isla mágica y olvidada, profundamente arraigada en la mitología filipina. Esta ambientación promete ofrecer una experiencia visual y narrativa distinta dentro del cine animado comercial, con un enfoque en la riqueza cultural del sudeste asiático.
El filme estará dirigido por Joel Crawford y Januel Mercado, quienes también firman el guion. Crawford es un veterano del estudio, conocido por haber dirigido El Gato con Botas: El Último Deseo y Los Croods 2: Una Nueva Era. Por su parte, Mercado, de ascendencia filipino-estadounidense, debuta como director principal tras haber sido codirector en El Último Deseo y jefe de historia en Una Nueva Era. Ambos creativos han trabajado juntos anteriormente, lo que anticipa una química creativa sólida para este nuevo desafío.
Con Forgotten Island, DreamWorks no solo amplía su horizonte narrativo con una historia fresca y original, sino que también da espacio a una representación cultural poco común en el cine animado de grandes estudios. Será interesante ver cómo este enfoque más arriesgado y culturalmente específico se traduce en términos de recepción tanto por parte del público como de la crítica.